6
° DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
LA
SABIDURIA DEL EVANGELIO
Eclesiástico 15, 16-21: «Los
ojos de Dios ven las acciones, El conoce todas las obras del
hombre»
Salmo. 119(118): «Dichosos
los que caminan en la voluntad del Señor»
1Corintios 2,6-10: «Dios
predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria»
San Mateo 5,17-37: «Se dijo
a los antiguos, pero yo les digo»
Este texto de sabiduría
bíblica es una reflexión sobre la condición humana. El hombre tiene un destino
de plenitud, y tiene la dignidad de ser libre. Por lo tanto depende de él
hacerse camino para esta plenitud, cumpliendo los mandamientos de Dios; pero
por otra parte también puede desviarse.
San Pablo nos entrega el
mismo mensaje de sabiduría que el Antiguo Testamento, pero en términos de la
nueva Ley de Cristo. La plenitud humana supera nuestra imaginación. («Ni el ojo
vio...»). Y la sabiduría que lleva a esta plenitud no es meramente humana; nos
es dada por Dios en Cristo crucificado.
En el Evangelio continuamos
leyendo el sermón de la montaña. El texto de hoy es sobre la Ley de Cristo, cuyas
exigencias y sabiduría no cancelan la antigua ley o la auténtica sabiduría
humana, pero las superan.
En este sentido, el camino
del Evangelio es plenamente humano, pero es mucho más que un simple
humanismo... Así Jesús compara continuamente la antigua y la nueva ley ética,
mostrando la novedad cristiana. Algunos aspectos salientes de un largo y muy
rico texto:
a) La práctica religiosa
exterior y evitar pecados graves no basta. La ética del Evangelio es un
dinamismo de crecimiento y un compromiso positivo por el amor mutuo: «Les digo,
si su justicia (conducta) no es mejor que la de los escribas y fariseos, no
entrarán en el Reino de Dios».
b) La caridad fraterna es de
primera importancia. No basta evitar hacer mal a los otros, sino que debemos
evitar el odio interior, así como el resentimiento. Mas aún, ésta es una
condición para participar en la liturgia y en el auténtico culto a Dios: «Si presentas
tu ofrenda al altar y ahí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti...».
c) De este modo, los pecados
sexuales y la infidelidad matrimonial no son sólo exteriores, sino que radican
en el corazón.
d) Es necesario seguir a
Jesús, de acuerdo con este Evangelio,... No podemos adoptar otro evangelio u
otro sistema ético. El Evangelio es irremplazable en lo que respecta a nuestra
plenitud. Por eso, «si tu ojo te escandaliza, sácatelo y tíralo. Es mejor
perder parte de tu cuerpo a que todo él sea arrojado en el infierno».
Algunas preguntas para
pensar durante la semana
1. ¿Sigo la ética del sermón
de la montaña, o sólo la ética de mi ambiente y cultura?
2. ¿Pongo juntos mi
asistencia a Misa y mi disposición para reconciliarme con los demás?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario