DOMINGO DE LA SANTISIMA
TRINIDAD
EL
DIOS REVELADO POR JESUCRISTO
Exodo 34, 4b-6.8-9: «Señor,
Dios compasivo y misericordioso»
Salmo: Daniel 3, 52-26: «A
Tí gloria y alabanza por los siglos »
2Corintios 13, 11-13: «La
gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo »
San Juan 3, 16-18: «Dios
mandó a su Hijo para que el mundo se salve por El»
Comentario:
Dios es un misterio. Más
aún, la Trinidad -tres Personas en un Dios- es un mayor misterio. Dios como
misterio (tan diferente para nuestras limitadas ideas e imaginación), lo hace
distante y como inalcanzable. Pero debemos evitar esta falsa impresión sobre Dios.
En el mensaje del Éxodo Dios viene a Moisés como cercano y misericordioso, comprensivo
y leal, preocupado de su pueblo.
El salmo nos hace entonar
con alegría una alabanza cósmica y de historia de salvación. «a Tí gloria y
alabanza por los siglos», porque es el Creador y, a la vez, se ha acercado a
nuestra historia: es el «Dios d nuestros padres».
En el texto de la segunda
Carta a los Corintios la Trinidad es directamente aludida por San Pablo, como
testigo de la fe de la Iglesia. Es mencionada como fuente de gracia, amor y
comunión. Así el Nuevo Testamento confirma lo que acabamos de leer en el libro del
Éxodo: Dios es un Dios de amor. Es muy cercano a nosotros.
El Evangelio de hoy no trata
de una elaboración académica y teológica sobre el misterio de la Trinidad. La
Iglesia mantiene que es mejor cambiar de vida y seguir el Evangelio, que saber
cosas profundas de teología. Sobre la Trinidad, ya sabemos el hecho esencial,
de acuerdo con la Biblia y la fe de la Iglesia. Dios es un Padre amoroso, fuente
de vida y felicidad. Dios es Hijo, que vino a nosotros como hermano, como
nuestro salvador y modelo. Dios es Espíritu, que es amor hecho persona, que
habita en nosotros y llena la faz de la tierra para renovar todas las cosas.
Pero lo más importante no es
ser capaz de explicar la Trinidad. Lo más importante es que este misterio sea
capaz de cambiar nuestros corazones y aumentar nuestro amor.
Por lo tanto el Evangelio de
hoy no trata sobre ideas, sino sobre hechos: lo que la Trinidad ha hecho por
nosotros; cómo se relaciona la Trinidad con nosotros. Y aprendemos que el
misterio de Dios viene a nosotros en la humanidad de Jesús. Que Jesús, Hijo de
Dios, segunda Persona de la Trinidad, entregó su vida por puro amor a la humanidad,
para liberarla del mal y de la muerte eterna. Paradójicamente, el misterio de la
Trinidad no nos aleja de Dios; más bien nos acerca a un Dios de amor.
Algunas preguntas para
pensar durante la semana
1. Tanto amó Dio al mundo
que llegó a entregar a su propio hijo. Esta verdad ¿ha llegado a penetrar en lo
más profundo de mi ser, de mi conciencia?
2. La realidad más ecuménica
que existe es la vida que Dios nos da y por la que entregó a su propio hijo.
¿Cómo vivo el ecumenismo en mi vida de cada día?
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